Para la cultura china el Qi es un concepto fundamental. Según el I Ching (Libro de las mutaciones) el Qi es el principio universal que sustenta la vida. La fuerza generadora de los procesos vitales del universo, de la naturaleza y del hombre.
El Qi es la fuerza que promueve, genera y transforma. No puede verse, tocarse o medirse pero la vida se manifiesta a través del Qi. Las plantas, los animales, los mares y los ríos, el hombre y sus emociones, todo son manifestaciones del Qi. Zhuangzi, filósofo chino que vivió alrededor del siglo IV a. C. decía: “El hombre nace de una condensación de Qi. Es el Qi que al condensarse crea la vida y es el mismo Qi el que al dispersarse produce la muerte”. De hecho, originalmente el Qi hace referencia al “hálito”, al “soplo” o principio vital que se encuentra en todos los seres vivos, concepto que los griegos denominaron pneuma; los latinos ánima y los hindúes, prana.
Pero “Qi” se emplea también comúnmente para expresar las características, el estado o la forma energética de algo. Puede representar la energía misma (Qi) o la energía del agua (Qi de agua), la energía de la tierra (Qi de tierra) o el Qi que circula por el cuerpo humano (Qi humano).
El cielo o universo tiene Qi Celeste, compuesto de fuerzas que los cuerpos celestes ejercen sobre la tierra, tales como la luz del sol, la luz de la luna y el efecto de la luna sobre las mareas. El Qi Terrestre se compone de la fuerza y el calor del campo magnético que genera la tierra. En la Tierra, cada persona, animal o planta en particular, posee su propio Qi y éste a su vez está influenciado por el Qi Terrestre y por el Qi Celeste. El Qi (pronunciado “chi”) tiene su propio movimiento y también activa el movimiento de otras cosas. Dentro del contexto de la persona humana, el Qi es lo que aviva el cuerpo y genera las funciones vitales. El Qi es la fuerza motriz que mueve el pecho provocando la inhalación y la exhalación, por lo que el Qi es la causa (fuerza motriz) y el efecto (el movimiento que permite la respiración).
Los alimentos, al igual que el aire que respiramos, también son una forma de Qi. Cuando el Qi de los alimentos y el Qi del aire entran en el cuerpo, se fabrica el Qi puro o Qi virtuoso. Los antiguos hablaban de los “vapores” que circulaban por el cuerpo fruto de la la respiración, de los alimentos y también de los efectos producidos por la influencia de las estrellas y otros objetos del medio que rodean al organismo.
La palabra Qi deriva de un ideograma que esta formado por dos partes: «qì» 气 que significa vapor y «mǐ» 米 que significa arroz. La unión de ambos representa el vapor de agua que se eleva, produciendo un movimiento ascendente hacia el cielo (inmaterial, intangible) y el grano de arroz (elemento material, tangible) que simboliza la vida. De este ideograma se puede intuir que el Qi que circula por el cuerpo tiene dos fuentes: la alimentación y la respiración, y que tiene una manifestación física y otra espiritual.
El Qi Gong nace en esta cultura integradora donde toda realidad es una manifestación del Qi. Todo está relacionado y el ser humano es parte integrante de la naturaleza y del universo; es una de las múltiples manifestaciones del Qi, por lo que es contemplado como un microcosmos que busca el equilibrio igual que lo hace el macrocosmos. La salud es contemplada como el equilibrio del Qi y el desequilibrio, causante de la enfermedad. El Qi Gong, al igual que la acupuntura y la acupresión son técnicas que permiten ajustar el flujo del Qi humano.
Celia Sánchez,
Profesora de Qi Gong