• La práctica de la respiración abdominal profunda ayuda a descender el Fuego que sube a la parte alta del cuerpo provocando agitación. La respiración abdominal relaja y calma la mente, uno de los principios terapéuticos fundamentales.
• Masajear con presión firme y haciendo pequeños círculos durante un par de minutos el punto 7C, indicado para evacuar el calor interno y calmar el Shen.
• Habitualmente para combatir el calor, se toman bebidas o alimentos fríos, algo que no beneficia en absoluto al sistema digestivo; tras un enfriamiento repentino, se obliga al sistema digestivo a restituir nuevamente la temperatura corporal realizando un trabajo excesivo que lo desgasta; amenudo, los síntomas son diarreas y vómitos.
• Para combatir el calor interno, lo mejor es tomar alimentos de naturaleza fresca o fría, como por ejemplo, fruta tropical, sandía, lechuga, espinacas, pasta, y tomar tisanas que provocan el principio de los opuestos: al generar calor, el cuerpo activa el frío y se refresca.
• La práctica de Qigong también resulta muy beneficiosa. Tanto el Qigong, como el Taichí o el Yoga, nos aportan quietud mental que, como se ha dicho, es una base terapéutica. De otro lado, el Qigong, entre sus múltiples series, ofrece ejercicios específicos para el corazón (Qigong de Fuego), que ayudan a eliminar el exceso de Fuego, equilibrando y reforzando la energía del Corazón e Intestino Delgado (la pareja Yang del Sistema de Corazón).

Celia Sánchez,
Profesora de Qi Gong